Indios tlahuicas

En cuanto al origen de los tlahuicas existen dos versiones: una relata que “mexicas y colhuas llegaron y se instalaron en Tula después de 1168; posteriormente los dos grupos se separaron y los colhuas nahuas salieron de Tula para fundar Colhuacan (en 1179 o 1188) y Xochimilco; una rama de este grupo fue a poblar Malinalco y Ocuilan (Quezada; 1996: 40). La segunda versión habla de que el grupo matlalzinca salió del actual Estado de Guerrero para establecerse en el territorio actualmente conocido como Ocuilan de Arteaga en el siglo VII (De la Peña; 1990: 17).

Quezada afirma que Ocuilan se fundó en el siglo XII, atendiendo la concepción indígena sobre las fundaciones de los pueblos, ya que consideraban como nuevas fundaciones a los fenómenos de repoblación con grupos de emigrantes que dominaban o asimilaban a los antiguos residentes.

Tal es el caso de Ocuilan, que, según las fuentes, fue fundado en el siglo XII y repoblado por inmigrantes tepanecas en 1439 y 1441. Por esto se afirma que Ocuilan se fundó 80 años antes de la conquista española (Quezada; 1998: 179) Las conquistas que el rey azteca Atzayácatl realizó en los pueblos del valle Matlatzinco ocasionaron que éstos fueran dispersándose con la finalidad de evitar el pago del tributo, y así escapar de morir sacrificados a los dioses aztecas. Además, estos grupos tenían la costumbre de emigrar cuando perdían la guerra.

A esto se debió el gran despoblamiento del área matlatzinca (Quezada; 1996: 48).En el año X Tecpatl (1476) fueron conquistados Ocuilan, Tenancingo y Malinalco. Después de esta conquista, los ocuiltecas se convirtieron en tributarios de los mexicas, pagando con mantas, plumas preciosas, tejidos de algodón y tejidos de ixtle. Las primeras destacaron como principales piezas de tributación que se hacía a Tenochtitlan por parte de los ocuiltecos.

(Quezada; 1996; 48)La campaña de Axayácatl contra los habitantes del Valle de Matlatzinco comenzó en 1474 con una serie de victorias: en 1476 toma Tenancingo y –por los esfuerzos conjugados de los aztecas y de los náhuatls de Cuauhnáhuac– “fueron echados de la tierra que ocupaban los de Ocuilan por los de Cuauhnáhuac” (Soustelle; 1993: 524)El pueblo de Ocuilan aparece por primera vez en escritura jeroglífica y en español en el códice “Tributos que pagaban algunos pueblos de México al emperador Moctezuma”.

[ Etapa Colonial ]

En el año 1521, como es sabido, el imperio mexica cae en manos de los españoles, quienes realizan una conquista armada y espiritual; desde entonces la región ocuilteca pasó a tributar a los españoles lo que anteriormente daba a Tenochtitlan.

La época colonial se inicia con la caída del imperio mexica o azteca bajo las armas españolas, el día de San Hipólito, el 13 de agosto de 1521, o yei-calli (tres casas) de los mexicanos. Inmediatamente después de la conquista, en 1537, el territorio matlatzinca fue repartido a los conquistadores en forma de encomienda o repartimiento de indios para el trabajo obligatorio de las tierras y minas (Quezada; 1998: 89).

La encomienda fue impuesta en 1523 y se convirtió en la institución más importante en los inicios de la Colonia. Su objetivo principal era convertir a los naturales a la fe cristiana. Esta institución favoreció a los señores encomenderos, que, en su mayoría, habían sido militares y conquistadores, y a quienes la iglesia asignaba un cierto número de indígenas para evangelizarlos.

Como una forma de recompensa a los encomenderos por realizar el trabajo de evangelización, la Corona les proporcionaba un número de indígenas que tenían la obligación de trabajar en sus tierras y minas de forma gratuita; o pagar un tributo en especie o con trabajo servil (Quezada; 1998: 89). En 1527, Ocuilan fue dividido en dos encomiendas para Serván de Bejarano y Pedro Zamorano.

Para 1548 Bejarano muere y su viuda se casa con Antonio de la Torre, al cual se le traspasa la encomienda (De la Peña; 1990: 21).Poco después de la conquista y desde la segunda mitad del siglo XV, la parte meridional del valle de Toluca estaba invadida por los mexicas.

Favorecido por los españoles, el náhuatl desplazó progresivamente al matlatzinca-atzinca, el cual vino a refugiarse en los tres pueblos donde hoy está confinado. (Soustelle; 1993: 547)Quezada afirma que en 1537 comenzó la evangelización de Ocuilan por los frailes de la orden de los agustinos.

Con el tiempo esta orden monástica logró reunir los fondos que venían de la Corona española para fundar el convento de Santiago Ocuilan, a mediados del siglo XVI.

La fundación del convento agustino en Ocuilan se decidió en la junta del 4 de mayo de 1537, siendo Fray Juan de San Román y Fray Diego de Alvarado quienes lo eligieron. El cronista de la orden, Fray Juan Grijalva, hace mención de su llegada a este lugar: “fue grandísimo pueblo único en la Nueva España, porque no se sabe haya otro de su lengua, fue familia que vino a poblar por ochenta años de la conquista” (De la Peña; 1990: 22).

Para 1537 sólo se construyó una ermita y fue hasta 1540, en el segundo provinciato, cuando se construye el convento y la iglesia, el 9 de julio de 1588, siendo Prior Gregorio de San Nicolás y estando presente el padre Juan de Peñaranda; el Arzobispo de Moya y Contreras hizo la bendición de la iglesia.Con la llegada de la orden religiosa de la Compañía de Jesús a estas tierras, se desató una importante controversia; el convento de Ocuilan vendió al Colegio de San Pedro y San Pablo de la Sagrada Compañía de Jesús, de la ciudad de México, cuatro sitios de ganado mayor y once caballerías de tierra.

Estas propiedades se encontraban comprendidas entre los linderos nombrados Tlatenpa, Agualtengo, Huezocamiqui, Qualittumtemala, Ameialco, Etticadaqui, Huitzilac, Quaxumulco, el Agua de la Cadena, Tettitlanapan, Tochepec, Olottepec, Telpittetli Nexamolocan, Anpipilhuasco, Tochitlaquallan, Chualmistla, Inmonamiquiyattecali, Nochitepec, Cohuapan, Chimaltepetli, Ahuhuetitla, Xaltepec y puente Xotitlan; aunque estos linderos comprenden dos sitios de ganado menor, un rancho de labor, un arrendamiento de Baltasar de Araujo, las tierras del Santuario de Chalma y las de los herederos de Don Diego Lucas.

La venta de estas propiedades estuvo a cargo del padre procurador del convento de San Agustín de Ocuilan, Juan Vera, al colegio de San Pedro y San Pablo, que estuvo representado por el padre Juan Nicolás, quien ostentaba el cargo de procurador de la dicha institución. El precio de las propiedades fue de dos mil pesos.La concesión estuvo a cargo de Don Diego Solís Caballero, alcalde mayor de la jurisdicción de Malinalco.

Una disputa entre el Colegio de San Pedro y San Pablo y los miembros de la comunidad de Ocuilan se debió a que el primero, obrando de mala fe, además de los terrenos arriba citados que adquirió con una compra legal, también se apoderó indebidamente de los parajes nombrados La Herradura, Atzingo, Tlachichco y La Troje; se pidió que regresaran estas propiedades al pueblo de Ocuilan y que se condenara al dicho Colegio a que se las restituyera con la indemnización por los daños recibidos.

Se resalta con este documento consultado en el Archivo General de Nación que las órdenes religiosas buscaron el enriquecimiento ilícito en sitios de difícil acceso del territorio mexicano. En 1749, don Pedro Vázquez, gobernador de los indios naturales de Ocuilan, presento un escrito de inconformidad ante la Real Audiencia por invasión de tierras provocadas por el Colegio de San Pedro y San Pablo (García; 1999: 91)

En la Colonia se dieron cambios profundos en el modo de vida de los ocuiltecas. Con la llegada de la orden religiosa de los agustinos se implantó una religión ajena, el cristianismo europeo, el cual impuso sus doctrinas y evangelios, así como su organización religiosa, política y social (Quezada; 1998: 89).

[ Revolución Mexicana ]

En la región de Ocuilan-Tenancingo es, en todo el periodo revolucionario, constante la presencia de grupos armados en los que destacan espías y colaboradores de uno y otro bando. Como ejemplo de esto tenemos el parte Militar Federal del 24 de febrero de 1912, sobre un batallón de infantería que combatió con los zapatistas en San Juan.

La región de San Juan Atzingo constituye una especie de callejón sin salida entre el valle de Toluca y Cuernavaca. Durante la Revolución se libraron combates entre los zapatistas que ocupaban el Estado de Morelos y los carrancistas que ocupaban el altiplano de Toluca; San Juan Atzingo sirvió de refugio a una multitud de gente de todo origen, quienes se incorporaron a la población y hablaban la lengua de ésta (Soustelle; 1993: 57).

[ Conflictos por límites, Reconocimiento y Titulación de Bienes Comunales entre San Juan Atzingo y Ocuilan de Arteaga ]La explotación de los bosques comenzó en el año de 1925, aproximadamente.El 26 de abril de 1945, los representantes de la comunidad de San Juan Atzingo solicitaron la titulación y confirmación de sus bienes comunales, según consta en un expediente en el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización.

El 19 de septiembre de 1961, por resolución presidencial se dio el reconocimiento y titulación a favor del municipio de Ocuilan, con un total de 36,800-45-61 hectáreas como bienes comunales; en dicha resolución presidencial se incluía la propiedad comunal de San Juan Atzingo.

La resolución fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de noviembre del mismo año.En 1974, los habitantes de San Juan Atzingo presentaron una inconformidad ante el Juez del primer distrito de Toluca por la resolución emitida en el año de 1961 a favor de Ocuilan. El fallo fue negativo.

En contra de la resolución presidencial citada, los representantes del poblado de San Juan Atzingo promovieron juicio de Inconformidad ante la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación. A dicho juicio, registrado bajo el número 1/966, le recayó la sentencia de fecha de 4 de julio de 1974 que declaró improcedente el juicio de inconformidad.

Los representantes de San Juan Atzingo interpusieron Juicio de Amparo ante el Juez 1° de Distrito en el Estado de México con fecha 12 de noviembre de 1974. La demanda fue nuevamente declarada improcedente.Inconformes con dicha sentencia, los representantes de Atzingo interpusieron el recurso de revisión ante la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La sentencia de fecha 14 de marzo de 1979 recayó en el sentido de modificar la sentencia recurrida, amparar y proteger al poblado de San Juan Atzingo.

Por oficio número 1623, del 27 de agosto de 1979, la citada dirección general de Asuntos Jurídicos emitió opinión respecto a los alcances jurídicos de la sentencia ejecutada por la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación: “Deberá quedar sin efecto la Resolución Presidencial de fecha 19 de septiembre de 1961, publicada en el Diario Oficial el 7 de noviembre del mismo año, que reconoció y tituló a favor del poblado de ‘Ocuilan de Arteaga’, una superficie de 38,800-45-61 has, como bien comunal, sólo por lo que hace controversia, y darse la intervención legal que en el caso corresponde al poblado de ‘San Juan Atzingo’, como colindante de aquél para ser oído en el procedimiento agrario a seguir en los conflictos por límites de bienes comunales”.

El 7 de octubre de 1980, la Dirección General de Tenencia de la Tierra, Subdirección de Bienes Comunales, ordenó a la Delegación de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado cumplir la sentencia Ejecutoriada emitida por la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, en juicio de amparo en revisión (toca número 167/77), relativo al juicio de amparo número 1441/74, promovido por los representantes de Bienes Comunales de San Juan Atzingo, ante el Juez 1° de Distrito en la entidad.

Esta sentencia dejó sin efectos jurídicos la Resolución Presidencial de Conflicto por Límites y Reconocimiento y Titulación de Bienes Comunales de la Comunidad de Ocuilan de Arteaga de fecha 19 de septiembre de 1961.

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